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ASPERGER: EL MAL NOMBRE DEL BIEN

El Síndrome de Asperger es un trastorno del desarrollo que se incluye dentro del espectro autista y que afecta la interacción social recíproca, la comunicación verbal y no verbal, según la Confederación Asperger España.


Este trastorno suele diagnosticarse entre los cuatro y los once años. Se ven más afectados los niños que las niñas. Es una enfermedad rara y pocas personas, incluyendo profesionales, saben sobre ella.


Las personas que lo sufren tienen pocas habilidades para encontrar un círculo de amigos. Esto puede deberse a que utilizan un lenguaje un tanto raro para comunicarse y toman a menudo significados literales de lo que leen u oyen.


Ellos son más felices con rutinas y un ambiente estructurado, cuando encuentran dificultad en decidir qué hacer caen en sus actividades preferidas. Sin embargo, el fracaso, la imperfección y la crítica les resulta difícil de sobrellevar.


Cuando sucede lo anterior, puede derivarse en un mal comportamiento, fruto de la inhabilidad para comunicar sus frustraciones y ansiedades. Por ello, necesitan amor, dulzura, cuidado, paciencia y comprensión. Dentro de este marco realizan grandes progresos.


Según el diario La Vanguardia, los síntomas van cambiando con la edad. A continuación, vamos a hacer un breve repaso:


En la infancia:

- Gran habilidad en la memoria.


- Uso levemente raro del lenguaje.


- Uso de ejemplos literales que leen o escuchan.


- Son felices con rutinas y ambientes estructurados.


- Mal comportamiento por frustración y ansiedad.


En la adolescencia:

- Falta de interés o deseo de interactuar personas de su edad.

- Expresividad facial limitada.


- Torpeza motora.


- Inmadurez emocional.


- Sentimientos de incomprensión y soledad.


- Ansiedad, estrés y/o depresión.


- Aumento de las obsesiones.


- Dificultades académicas por cambios de centro, horarios, profesores…


- Ausencia de malicia y dobles intenciones.


En la adultez:

- Problemas para tener amigos o relaciones de pareja.


- Dificultades para trabajar en equipo y pérdida de atención en el trabajo.


- Incapacidad para entender el lenguaje no verbal y las normas de conducta.


- Incapacidad para planificar y organizar proyectos realistas de futuro.


- Ansiedad y depresión.


- Dificultad en la toma de decisiones.


- Perfeccionismo a la hora de hacer cualquier tarea.


Por último, te ofrecemos unos consejos para poder ver el mundo a su manera:

- Anticipación a los hechos


- Estructurar entorno y espacio


- Utilizar lenguaje claro y conciso.


- Actuar con naturalidad.


- Guía y patrones de cómo poderse relacionarse con sus iguales, ayudarles en la comprensión social, resolución de conflictos…



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